Sobre el desarrollo espiritual...

Sobre el desarrollo espiritual... Todos somos uno y cada uno de nosotros somos partes distintas pero que juntas forman la Unidad. Yo soy tú y tú eres yo y juntos formamos la Unidad. Todos estamos unidos y formamos una sola cosa: la Unidad. Somos todos seres distintos pero formamos una sola cosa: la Unidad y por eso no estamos separados pues si estuviéramos separados no podríamos formar una sola cosa. Todos somos una sola cosa: amor y el amor es la Unidad, no la separación. Todos somos partes distintas unidas entre sí. Cada parte está unida con el resto y forman un puzzle en el que son necesarias todas las piezas para que sea la Unidad, el Todo. Ahora nos vivimos de forma separada, por eso unos son felices y otros desgraciados, unos se divierten y otros están tristes, y eso es porque no nos experimentamos como la Unidad, porque nos experimentamos cada uno de forma separada con respecto al otro, pero sin embargo, somos todos Uno y cuando nos demos cuenta todos de que somos la Unidad, de que somos Uno con el Universo y de que no hay separación, entonces ya no sufriremos porque nos experimentaremos como lo que somos: como amor, no como sufrimiento, porque el sufrimiento es debido a una desconexión con nuestra fuente primordial de amor y sabiduría y así, al desear, nos desconectarnos de esta fuente y empezamos a huir de nosotros mismos por no aceptarnos debido al deseo que sentimos, entonces aquí surge la ilusión del Yo, yo quiero, yo necesito,... ¿ Y los demás ?. Nos hemos separado, mejor dicho, nos experimentamos de forma separada debido al deseo, pero si comprendemos que todos somos uno, automáticamente habrá la necesidad de ayudar a los demás ya que los demás somos también nosotros y formamos un Todo. No podremos ser felices hasta que todos nos hayamos iluminado. Todo está dentro de nosotros. Todo está en nuestro interior pero nuestro deseo hace que "nos separemos" y que huyamos de nosotros mismos y no nos aceptemos como lo que somos y entonces nos desconectamos de nosotros mismos y de los demás y experimentamos la separación con respecto a nosotros mismos y los demás, reemplazándonos por un falso Yo, el Yo del deseo, en cambio cuando nos aceptamos tal y como somos y nos descubrimos como lo que somos, entonces comprendemos que yo y los demás somos lo mismo porque nuestro Yo espiritual y verdadero sabe que está unido a los demás y reconoce que todos somos uno y por eso los ayuda por eso debemos integrarnos con nuestro ser que está unido a los demás, no experimentarnos de forma separada. Todo es amor, sólo hay amor y nosotros vivimos el acto de crearlo y lo creamos hasta que todo sea amor absoluto. No amor en mayor o menor medida, sino amor absoluto. Dios está en todas partes. El amor está en todas partes y nosotros estamos permanentemente creando ese amor y así hasta que todo sea amor absoluto. Dios ya está creado visto desde que todo es presente, pero el tiempo ha sido necesario para lograr esa experiencia de amor que siempre hubo y siempre habrá porque sólo existe el ahora.