YO SOY Uno en la Unidad.


YO SOY Uno en la Unidad
En el corazón de Dios
Dios YO SOY
Porque YO SOY Dios
Porque todo lo que Dios creo lo creo de su propia sustancia
Por lo tanto todo es Dios
YO SOY parte de ese todo
YO SOY Dios
YO SOY Uno
YO SOY la unidad
YO SOY la esfera de la unidad que abarca el cosmos
Renuncio a toda imagen de un Dios externo
Renuncio a toda imagen de un Dios en el Cielo
Renuncio a toda imagen de un Dios en un mensajero
y solo acepto la única verdad de que Dios está en mi

porque YO SOY Dios en su mas pura manifestación.

Yo estoy aquí y he venido a manifestar la plenitud

de mi amor y mi Luz a la tierra.
YO SOY el Jesús el Cristo, YO SOY el Cristo Jesús

en cada uno de vosotros, ya no me veáis afuera porqu

e yo siempre he estado adentro.
Rechazad vuestra mente carnal
que es la que os quiere hacer creer en los maestros externos

y en el Dios externo.
Yo he venido pero realmente siempre estuve aquí

porque soy uno en cada corazón que vibra
y en cada corazón que se abre.
Soy uno en el corazón del cosmos
Soy uno en vuestro propio corazón



SOMOS UNO

SOMOS UNO

jueves, 7 de agosto de 2014

Tu Conexión con lo Divino




Son, nuestra Alma y nuestro Espíritu, la antorcha que ilumina el camino que oscurece el sombrío temple del Ego. Son, nuestra Alma y nuestro Espíritu, la antorcha que nos mantiene “calientes” ante el frió y la desolación con que la desesperanza adorna el paisaje. Son, nuestra Alma y nuestro Espíritu, la llave que abrirá los grilletes que nos atan a la superficialidad, son pues las alas con las que emprenderemos vuelo, son nuestro pasaje hacia la libertad, son la luz que inundará por completo las sombrías caras de la desolación.
Alma, deja que vea tu rostro y me maraville de su belleza. Espíritu, deja que sienta tu fuego y me temple con tu cálida luz. Ambos fúndanse en mí y eleven mi Ser hasta la mismísima presencia de Dios.

Has sido forjado con el sello de la divinidad, llevas su identidad y tu destino es fundirte en ella así como de ella has emergido. Cabalgas la vida sobre el lomo de un gigante cuando descubres en tu interior la magia de tu verdadera esencia. Te vuelves genuinamente puro en el preciso instante en que tu conexión se hace más visible. Comienzas a creer y tu camino se hace más claro, despejas tu vida y te entregas a tu verdadera misión sin oponer residencias. Te liberas de las cargas, fluyes, te dejas Ser. Ya no pasas por la vida como pidiendo permiso a cada día para manifestarte en plenitud. Abandonas tus viejos hábitos, rompes tus limitaciones y atraviesas con fuerte impronta las barreras condicionantes que te imponían bases falsas de una identidad socialmente correcta.

Eres la lluvia aclamada por el desierto, eres el sol que bendice las flores con el rocío de las mañanas, eres el viento que desciende de las montañas y refresca los fulgurantes veranos, eres la luna que acompasa las mareas. Como el vuelo de las golondrinas acusando la primavera y como el silbido de los pájaros anunciando la mañana; eres para tu Alma como el mar para sus costas.

Cuando purificas tus oxidados canales de conexión con lo divino te alineas con tu propósito y lo conviertes en tu presente más realizable, haces de este momento el más sublime de los instantes y cada minuto que se sucede consume al anterior completamente en perfecta armonía y satisfacción. Te inspiras y al fin descubres dentro de ti las aquellos atributos divinos que te conducirán hasta donde quieras llegar. Has de tu divinidad la llave que abra las puertas de la jaula de tus condicionamientos. Reinventa tu existencia y marca tu nuevo rumbo por el camino de la verdad. Eres libre de tu Yo más básico y dominante, eres libre de tus prejuicios, eres libre de los demás y eres libre de tu angustioso estado de desunión con la fuente creadora del Universo. Cuando aceptas tu libertad compras el pasaje de ida hasta los confines de tu interior y te preparas para un maravilloso viaje de auto-descubrimiento y liberación. Solo debes dar paso a tu divinidad y creer en su cálida luz. Tu divinidad es como una farola incandescente que llenará de claridad las penumbras de tu Alma, Alma que aclamaba a gritos ser inundada por la mismísima gracia de Dios.

Se atesoran en los rincones de tu Alma los más preciados secretos divinos, secretos que han permanecido custodiados por el Espíritu desde los confines de la existencia hasta el preciso instante en que tú decidas tan solo abrirte a la magia incomparable de manifestarte como la divinidad que has venido a Ser.

Por Alejandro D. Gatti

1 comentario: