YO SOY Uno en la Unidad.


YO SOY Uno en la Unidad
En el corazón de Dios
Dios YO SOY
Porque YO SOY Dios
Porque todo lo que Dios creo lo creo de su propia sustancia
Por lo tanto todo es Dios
YO SOY parte de ese todo
YO SOY Dios
YO SOY Uno
YO SOY la unidad
YO SOY la esfera de la unidad que abarca el cosmos
Renuncio a toda imagen de un Dios externo
Renuncio a toda imagen de un Dios en el Cielo
Renuncio a toda imagen de un Dios en un mensajero
y solo acepto la única verdad de que Dios está en mi

porque YO SOY Dios en su mas pura manifestación.

Yo estoy aquí y he venido a manifestar la plenitud

de mi amor y mi Luz a la tierra.
YO SOY el Jesús el Cristo, YO SOY el Cristo Jesús

en cada uno de vosotros, ya no me veáis afuera porqu

e yo siempre he estado adentro.
Rechazad vuestra mente carnal
que es la que os quiere hacer creer en los maestros externos

y en el Dios externo.
Yo he venido pero realmente siempre estuve aquí

porque soy uno en cada corazón que vibra
y en cada corazón que se abre.
Soy uno en el corazón del cosmos
Soy uno en vuestro propio corazón



SOMOS UNO

SOMOS UNO

martes, 25 de febrero de 2014

Despertar espiritual


por TERESA LEÓN 
ENERO DE 2014


El despertar de la conciencia es un proceso muy personal, pero diversos y crecientes testimonios nos indican algunas de sus manifestaciones: una mente en paz, silenciosa y al mismo tiempo muy alerta, estar ubicados de forma natural en el momento presente; vivir en un estado constante de amor, alegría, comprensión y sabiduría;  experimentar un cambio permanente en la manera como se percibe al mundo; disfrutar de una profunda conexión y amor a Dios.

Es vivir en "profundo estado de paz y embelesamiento ininterrumpidos",  "estados de arrobamiento y santidad"... La conciencia de lo que somos se expande, ya no creemos ser nuestro cuerpo o nuestros pensamientos, vemos que nuestra verdadera naturaleza es "la conciencia en su estado puro, anterior a la identificación con la forma", como lo señala Eckhart Tolle, maestro espiritual contemporáneo y autor del libro El Poder del Ahora.

Ante la idea de alcanzar ese despertar, esa expansión de la conciencia en que la estés conectado con tu parte más elevada, vivas en dicha perenne y tengas plena conciencia de tu esencia divina y conexión con la Divinidad, prácticamente todo deseo o meta humana se hace secundario... y seguramente vendría por añadidura.

Es la Gracia Divina la que nos puede hacer que demos ese salto, ese despertar o iluminación. No es con la voluntad o con la mente como podemos llegar a ese estado. Pero sí podemos ayudarnos, aligerando nuestras cargas psicológicas, despejando las nubes de creencias negativas, miedos, resentimientos, etc. que puedan bloquear la luz divina que nos despierte e ilumine.
Somos como una pirámide, si hacemos cambios en nuestra espiritualidad y ámbito transpersonal, se modifica nuestros niveles inferiores de conducta, capacidades y entorno vital. Trabajar en nuestros niveles superiores significa revisar la creencia que tenemos de Dios, significa hacer trabajos específicos con los ángeles y arcángeles, en nuestros cuerpos físicos, emocionales,  mentales y sutiles para sanarnos, subir de frecuencia, acallar la mente, entrar en el silencio y sentir más amor a la vida, a Dios...

Ampliar la mira
Es probable que al estar ocupados con nuestro día a día, el trabajo y las múltiples actividades diarias, perdamos de vista lo que queremos alcanzar en el mes, el primer semestre, el año... y más aún, lo que queremos a más largo plazo.

¿Qué es lo que realmente te gustaría haber alcanzado al final de esta vida? ¿Para qué estás en esta vida?

Me pregunto si no es precisamente el despertar de la conciencia nuestro propósito fundamental como humanidad; si la vida no es justamente el regalo para que la disfrutemos desde ese estado de iluminación, independientemente de que lo alcancemos en esta encarnación, en alguna próxima, o en otros planos de existencia.

Desear, pedir, hacer
El deseo de expandir la conciencia es una fuerza que nos sintoniza con los canales por donde nos llega asistencia. Pero hay que ir más allá de ese deseo, para que sólo nos impulse y no se convierta en una obsesión de la mente que más bien nos aleje del estar en el aquí y el ahora, de lo que queremos alcanzar.

Pedir... pide y se te dará. Al pedir, damos permiso para que los seres de luz divina nos den su ayuda.

Hacer: disponernos a sanarnos, a soltar las creencias negativas sobre nosotros mismos, sobre Dios (que no es castigador ni un padre humano que abandona), sanar nuestro niño interior, las heridas que nos hacen vernos como seres insignificantes olvidados de Dios... perdonar, agradecer, amar, sonreír, reír.

En ese hacer, está también el No hacer: el sentir y disfrutar el momento, estar totalmente presente, es decir, meditar. Es rendirse, sin pensar, sin esperar nada, es centrarse en el corazón, sentir amor y descansar la mente posándola en la luz.

Recordar. Recuerda que eres hijo, hija de Dios, y que para algo bueno te crearon. Que Dios, a través de Jesús, sus ángeles y arcángeles, nos bendiga y nos ayude a despertar como personas, como país, como humanidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario