YO SOY Uno en la Unidad.


YO SOY Uno en la Unidad
En el corazón de Dios
Dios YO SOY
Porque YO SOY Dios
Porque todo lo que Dios creo lo creo de su propia sustancia
Por lo tanto todo es Dios
YO SOY parte de ese todo
YO SOY Dios
YO SOY Uno
YO SOY la unidad
YO SOY la esfera de la unidad que abarca el cosmos
Renuncio a toda imagen de un Dios externo
Renuncio a toda imagen de un Dios en el Cielo
Renuncio a toda imagen de un Dios en un mensajero
y solo acepto la única verdad de que Dios está en mi

porque YO SOY Dios en su mas pura manifestación.

Yo estoy aquí y he venido a manifestar la plenitud

de mi amor y mi Luz a la tierra.
YO SOY el Jesús el Cristo, YO SOY el Cristo Jesús

en cada uno de vosotros, ya no me veáis afuera porqu

e yo siempre he estado adentro.
Rechazad vuestra mente carnal
que es la que os quiere hacer creer en los maestros externos

y en el Dios externo.
Yo he venido pero realmente siempre estuve aquí

porque soy uno en cada corazón que vibra
y en cada corazón que se abre.
Soy uno en el corazón del cosmos
Soy uno en vuestro propio corazón



SOMOS UNO

SOMOS UNO

martes, 25 de mayo de 2010

DIOS ES

DIOS ES

Dijo Hermes:
"Lo que está encima, es igual a lo que está debajo; y lo que está debajo es igual a lo que está encima".
Dice la Escritura:
"Vosotros sois Dioses".
Y, yo digo: Si crees en Dios, conócelo, y si no crees en El, selo tu.
"¿Quién eres tú? pregunta Moisés a Dios, y Dios, lejos de poder definirse a sí mismo, contesta: "Yo Soy Aquello",
En el idioma árabe, el hombre tampoco puede definirse a sí mismo.
Para decir "yo soy" emplea estos dos pronombres: "Yo El o El Yo", lo que significa: "Yo Soy El" o "El es Yo", equivaliendo a decir: "Yo y El somos uno".
Cuando quiso el Poder divino derramar su Amor sobre un ser amado, emanó de su esencia una substancia, ésta se hizo forma, de la forma brotó la vida, la vida engendró sensibilidad, la sensibilidad creó al corazón y el corazón formó al hombre; y, allí se detuvo el Poder, porque sintió que el corazón le envolvía en las llamas del Amor y su lengua dice:
"Yo Soy Aquello". Dios es la circunferencia, el hombre es su eje.
Dios es la vida, el Hombre es el movimiento sin vida, tampoco puede haber una vida sin movimiento. Dios es el hombre invisible; el Hombre es Dios visible. Dios es Espíritu incorpóreo, el hombre es Espíritu encarnado.
Si el Hombre tuviera principio, Dios debiera tener fin, el hombre no puede tener principio.
Yo no puedo existir sin Dios, tampoco Dios puede existir sin Mí, porque El sin Mí sería incompleto, siendo incompleto es imperfecto y siendo imperfecto, no puede ser Absoluto. Si El es perfecto, Yo debo ser su perfección
"En e] principio Yo era el Verbo y el Verbo era en Dios", equivale a decir; "en el principio era Dios y Dios era con el Verbo".
¿Quién Soy Yo? -Yo Soy El. ¿Quién eres Tú? —Yo Soy Aquello.
Yo no puedo definirme. El tampoco puede Hacerlo; entonces ambos somos indefinibles y como no pueden existir dos Dioses indefinibles. Yo debo ser Aquello y Aquello debe ser Yo.
Aquello sin mí, no puede manifestarse y Yo sin Aquello no puedo tener el Ser. Aquello es la semilla que encierra en si el árbol y el fruto, Yo Soy el fruto que encierra la semilla y el árbol latentes.
Yo y El somos una Sola Verdad, y nos manifestamos por la apariencia.
Es mi imaginación la que creó todos los mundos visibles que yacían invisibles en la esencia de Dios; Dios es la razón que determina a los mundos por medio de mi imaginación.
Cuando el Ser quiso ver, infundió el deseo a mi imagina-ción y ésta creó los ojos.
No hay más que una sola Ley y hela aquí: Toda forma visible es la expresión (de ex = fuera y presión — presionar) de lo invisible, o en otra forma;
Yo soy visible por Aquello invisible que está en Mí.
San Pablo dice: "En El nos movemos, vivimos y tenemos nuestro ser ".¿Y por qué nosotros no podemos decir: En nosotros El se mueve, vive y tiene su ser?
Para llegar a la verdad hay que rasgar la falsa apariencia, para llagar a lo divino es menester acallar a los sentidos men-tirosos,
Para conocer a Dios, hay que conocerse a sí mismo, y para conocerse a sí mismo, hay que apartarse de los sentidos, porque los sentidos son los instrumentos de la expresión interna, y ¿cuándo un instrumento puede comprender a su inventor?
Mi imaginación es el puente entre Dios y los sentidos: dirigida hacia afuera, crea; guiada hacia adentro, sabe. Creer que Dios es algo sobrenatural a Mí, es ofender a Dios e ir contra mi naturaleza. ¿Cómo puede ser Dios sobrenatural, siendo El mismo mi naturaleza?
Quién no adora a Dios en sí mismo, no encontrará a otro Dios a quién adorar.
Dios es la Unidad en Mí. Yo Soy El y El es Yo. Dios es Dualidad en Mí, Espíritu y Materia, Dios es Trinidad en Mí: el Padre es el Poder en mi cabeza, el Hijo es el Saber en mi corazón y el Espíritu Santo es el Movimiento en mi sexo.
Yo Soy el Verbo, Cristo crucificado en la materia. Dios es Espíritu, pero mi imaginación lo hace carne. Dios es Realidad, y mi imaginación lo hace Actualidad. Dios es el principio divino y mi imaginación es el principio de la creación. Dios es la Voluntad y mi imaginación es la Naturaleza creadora.
Dios es la causa, y mi imaginación es la fuerza. Dios es el Poder, y mi imaginación es la actividad. Dios es el Sol, y mi imaginación es el calor. Dios es el Padre, y mi imaginación es la Hija. Dios es el Hijo, y mi imaginación es la Madre. Dios es Espíritu Santo y mi imaginación es la Esposa. Dios es interno e invisible, mi imaginación lo expresa y lo manifiesta.
Dios es substancia (de sub = debajo y estare = estar) y mi imaginación lo individualiza.
Dios no pide adoración, pero exige cooperación. Rezar a Dios es negarlo, obrar con El es conocerlo.
El objeto de la religión no es el rezar sino el obrar para vencer la ilusión de los sentidos: rezar, significa ser esclavo de sus fuerzas; obrar, equivale a dominarlos.
Si una religión me enseña a amar a Dios, es una religión falsa, porque el amor supone amante y amado, y como Yo Soy El, El es Yo, ¿cómo puedo amarme a mí mismo? Dios, que es el mismo Amor no necesita amarse a sí mismo, pero sí exige docilidad para que su amor sea expresado en la Naturaleza. Admitir que Dios me creó es afirmar que yo creé a Dios.
Yo Soy El y El es Yo. El es la raíz y Yo Soy el árbol. El es el sol, Yo Soy sus rayos
AUTOR: JORGE ADOUM PODERES El Libro que Diviniza Cuarta edición EDITORIAL KIER.S.A.

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