1. Da cuanto recibas; este es el principio que te otorgará belleza y abundancia en todo cuanto emprendas.
2. Participa; No tengas miedo de ser copartícipe de todo en cuanto Dios haya querido incluirte
3. Se manso de corazón, no critiques; y estarás dignificando tu vida y la del otro.
4. No corrijas, se cauto. Ten presente que cada corriente de vida tiene dentro de sí todo aquello que debe hacer y decir para su evolución.
5. Enseña, con todo el amor y el respeto, sin poner tus ideales de por medio.
6. Vive tu vida tranquilamente sin esperar nada de los demás, más que de ti mismo, teniendo fe en que los otros también son un ente universal capaz de lograr cualquier cosa.
7. Vive con amor, con dignidad, se un ejemplo de virtud y hermandad… alguien que jamás pediría algo a cambio de su servicio humanitario.
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