Ustedes no pueden ver su futuro porque su futuro no habita aquí en la Tierra. Aún no ha llegado. No se ha manifestado. Ustedes se han adelantado a sus creaciones. Hay una gran complicación en este conocimiento. Es como hornear una torta de una caja de mezcla sin indicaciones en ella, colocándola en un horno invisible y encendiendo un temporizador que no existe.
Hasta las grandes personas que han existido en esta Tierra han sostenido su visión en secreto. Ante todo la imaginaron, luego la adoptaron y luego la amaron hasta que lo invisible se volvió realidad. No llegó por algún decreto divino. Llegó a la manifestación a través de los corazones, las ansias y los deseos de aquellos que la llamaron a la existencia. Ustedes son responsables por crear el sueño oculto que mora en su corazón. Ustedes lo sostienen como uno sostiene a un pichón en sus manos, confortándolo, dándole calor, alimentándolo. Ustedes están generando continuamente lo que necesitan y lo que desean.
La mayoría de las personas se rinden antes de que se manifieste, el mismo día en que se va a anunciar el nacimiento abandonan, se detienen y se alejan. Piensan, ¿quién se va a dar cuenta? ¿A quién le va a importar? ¡Todo en la vida lo nota y a todo en la vida le importa! Toda la Tierra estaba lista para darles la bienvenida en esa manifestación que crearon tan amorosamente y germinaron dentro de su corazón y que abortaron tan impensadamente antes de que naciese.
Confíen en las semillas que plantaron. Deben confiar en que lo que ansía su alma es verdadero y vendrá y se manifestará. El Creador no puede retenerlos ni los retendrá o les secuestrará algo. Se les ha dado dominio pleno en la Tierra. Son los que darán a luz el futuro.
Cuando vean una necesidad, cólmenla. En ese momento del tiempo, el universo les dice: “¡Ayúdenme a manifestar esto!” A cada uno de ustedes se les pide continuamente que ayuden a manifestar un futuro mejor, una Tierra mejor, las veinticuatro horas, los siete días de la semana, sólo con su pensar.
Mantengan la visión de bondad para su mundo –no sólo sus propios deseos y necesidades. Cada vez que tengan una oportunidad de sembrar el pensamiento de otro, denle el regalo de lo que saben es verdad y esperanza. Sostengan ese regalo lo suficiente hasta que se manifieste. No renuncien a él.
El Creador, la Fuente, nunca renunció a ustedes. No renuncien a los demás. No se rían de sus sueños o arrojen sus sueños al viento porque a veces los sueños de alguien son todo lo que tienen para vivir. Ayúdenlos a manifestar los sueños, los deseos y lo invisible en lo visible.

No hay comentarios:
Publicar un comentario