YO SOY Uno en la Unidad.


YO SOY Uno en la Unidad
En el corazón de Dios
Dios YO SOY
Porque YO SOY Dios
Porque todo lo que Dios creo lo creo de su propia sustancia
Por lo tanto todo es Dios
YO SOY parte de ese todo
YO SOY Dios
YO SOY Uno
YO SOY la unidad
YO SOY la esfera de la unidad que abarca el cosmos
Renuncio a toda imagen de un Dios externo
Renuncio a toda imagen de un Dios en el Cielo
Renuncio a toda imagen de un Dios en un mensajero
y solo acepto la única verdad de que Dios está en mi

porque YO SOY Dios en su mas pura manifestación.

Yo estoy aquí y he venido a manifestar la plenitud

de mi amor y mi Luz a la tierra.
YO SOY el Jesús el Cristo, YO SOY el Cristo Jesús

en cada uno de vosotros, ya no me veáis afuera porqu

e yo siempre he estado adentro.
Rechazad vuestra mente carnal
que es la que os quiere hacer creer en los maestros externos

y en el Dios externo.
Yo he venido pero realmente siempre estuve aquí

porque soy uno en cada corazón que vibra
y en cada corazón que se abre.
Soy uno en el corazón del cosmos
Soy uno en vuestro propio corazón



SOMOS UNO

SOMOS UNO

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Doce veredas

Doce veredas por Michael Maday Para comprender los Doce Poderes, tienes que tener presente que éstos son doce expresiones del Único Poder, el Cristo en cada uno de nosotros. Los Doce Poderes son: Fe, fortaleza, discernimiento, amor, poder, imaginación, comprensión, voluntad, orden, entusiasmo o celo, renunciación y vida.
El Cristo en el ser humano que ha despertado completamente. Es un estado de conciencia en nosotros que se encuentra en completa unión con Dios. Jesús, el hombre de Galilea, quien nació en Belén, realizó su verdadera naturaleza espiritual y se convirtió en Cristo, mostrándonos el camino para que nosotros, también, podamos realizar nuestra naturaleza crística. Cuando Unity habla del Cristo, no necesariamente hablamos de Jesús. Normalmente nos referimos al potencial divino que hemos de realizar aquí en la Tierra. Charles Fillmore, cofundador de Unity, percibió doce veredas que hacia la realización de esta Verdad; éstas son doce veredas que nos llevan a la cima de una montaña. Fillmore también percibió que los doce discípulos de Jesús representaban a cada una de estas veredas, los doce poderes de Cristo. El pensaba que cada uno de los discípulos había manifestado a uno de los aspectos con mayor maestría y conectó a cada discípulo con un poder. De allí que el discípulo Pedro vino a ser la Fe; Andrés, Fortaleza; Juan, Amor; Bartolomé, Imaginación; etc. Así como Jesús envió a sus discípulos de dos en dos (Lucas 10:1), o en combinaciones mayores que uno, los poderes en sí no trabajan separadamente. Al ponderar acerca de ellos encontrarás que el poder del amor necesita el poder del discernimiento, y así complementarse. La fe trabaja maravillosamente con la comprensión; la imaginación se activa más vivamente con el poder del orden; y así por el estilo. En realidad, todos los poderes están obrando siempre, aun cuando pareciera que uno de ellos predomina. Todo ellos son el poder crístico manifestándose de modos diferentes. El Cristo es la Vid y los 12 poderes son los pámpanos o ramas (Juan 15), y dichas ramas están entretejidas.

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