YO SOY Uno en la Unidad.


YO SOY Uno en la Unidad
En el corazón de Dios
Dios YO SOY
Porque YO SOY Dios
Porque todo lo que Dios creo lo creo de su propia sustancia
Por lo tanto todo es Dios
YO SOY parte de ese todo
YO SOY Dios
YO SOY Uno
YO SOY la unidad
YO SOY la esfera de la unidad que abarca el cosmos
Renuncio a toda imagen de un Dios externo
Renuncio a toda imagen de un Dios en el Cielo
Renuncio a toda imagen de un Dios en un mensajero
y solo acepto la única verdad de que Dios está en mi

porque YO SOY Dios en su mas pura manifestación.

Yo estoy aquí y he venido a manifestar la plenitud

de mi amor y mi Luz a la tierra.
YO SOY el Jesús el Cristo, YO SOY el Cristo Jesús

en cada uno de vosotros, ya no me veáis afuera porqu

e yo siempre he estado adentro.
Rechazad vuestra mente carnal
que es la que os quiere hacer creer en los maestros externos

y en el Dios externo.
Yo he venido pero realmente siempre estuve aquí

porque soy uno en cada corazón que vibra
y en cada corazón que se abre.
Soy uno en el corazón del cosmos
Soy uno en vuestro propio corazón



SOMOS UNO

SOMOS UNO

miércoles, 13 de octubre de 2010

La dulzura

La dulzura
Paramhansa Yogananda
Medita, oh mente mía en el Señor, Él es la esencia del espíritu, Él está libre de toda impureza. ¡Cuán maravillosa es su forma! ¡Cuán amado es por todos sus devotos! Su belleza realzada por manifestaciones frescas del amor avergüenza el esplendor de un millón de lunas; como el relámpago fulgura su gloriosa belleza, la visión beatífica eriza los cabellos de pura dicha. Adora sus santos pies en el loto de tu corazón; concéntrate en la belleza incomparable de esa bienaventurada forma, ahora que la mente disfruta de la paz y los ojos están llenos del amor divino. ¡Oh mente mía, con la inspiración del amor divino. Sumérgete en su dulzura que es la fuente de la inteligencia y la dicha absolutas! Sumérgete para siempre, oh mente mía, en el dulzor de su amor y dicha. Embriágate con el gozo del Señor. La dulzura Medita, oh mente mía en el Señor, Él es la esencia del espíritu, Él está libre de toda impureza. ¡Cuán maravillosa es su forma! ¡Cuán amado es por todos sus devotos! Su belleza realzada por manifestaciones frescas del amor avergüenza el esplendor de un millón de lunas; como el relámpago fulgura su gloriosa belleza, la visión beatífica eriza los cabellos de pura dicha. Adora sus santos pies en el loto de tu corazón; concéntrate en la belleza incomparable de esa bienaventurada forma, ahora que la mente disfruta de la paz y los ojos están llenos del amor divino. ¡Oh mente mía, con la inspiración del amor divino. Sumérgete en su dulzura que es la fuente de la inteligencia y la dicha absolutas! Sumérgete para siempre, oh mente mía, en el dulzor de su amor y dicha. Embriágate con el gozo del Señor.

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