YO SOY Uno en la Unidad.


YO SOY Uno en la Unidad
En el corazón de Dios
Dios YO SOY
Porque YO SOY Dios
Porque todo lo que Dios creo lo creo de su propia sustancia
Por lo tanto todo es Dios
YO SOY parte de ese todo
YO SOY Dios
YO SOY Uno
YO SOY la unidad
YO SOY la esfera de la unidad que abarca el cosmos
Renuncio a toda imagen de un Dios externo
Renuncio a toda imagen de un Dios en el Cielo
Renuncio a toda imagen de un Dios en un mensajero
y solo acepto la única verdad de que Dios está en mi

porque YO SOY Dios en su mas pura manifestación.

Yo estoy aquí y he venido a manifestar la plenitud

de mi amor y mi Luz a la tierra.
YO SOY el Jesús el Cristo, YO SOY el Cristo Jesús

en cada uno de vosotros, ya no me veáis afuera porqu

e yo siempre he estado adentro.
Rechazad vuestra mente carnal
que es la que os quiere hacer creer en los maestros externos

y en el Dios externo.
Yo he venido pero realmente siempre estuve aquí

porque soy uno en cada corazón que vibra
y en cada corazón que se abre.
Soy uno en el corazón del cosmos
Soy uno en vuestro propio corazón



SOMOS UNO

SOMOS UNO

miércoles, 7 de julio de 2010

Nacido para ser libre

Nacido para ser libre Sí, naciste para ser libre, libre de cualquier cosa que te impida darte cuenta de tu potencial, libre de expresar tu verdadero ser espiritual. Lograr la libertad espiritual es un trabajo interno. Comienza con tus pensamientos y sentimientos. Así como piensas y sientes habitualmente de ti y de tu vida, en eso te conviertes y conviertes tu vida. Aunque es verdad que hay muchas cosas que nos impiden desarrollar nuestro potencial plenamente, hay también muchas cosas que podemos hacer para vencer los obstáculos y asegurarnos de seguir creciendo espiritualmente hasta la plenitud. La buena noticia es que hay ayuda disponible a lo largo del viaje, si elegimos aceptarla, de parte de los grandes maestros quienes ya han señalado el camino, de organizaciones espirituales como Unity y de Dios, Quien nos ama lo suficiente para poner todo a nuestro favor. El camino a la libertad espiritual bien vale la pena. Nos guía a la perfección y a darnos cuenta de nuestro potencial como seres espirituales de forma humana. Nos lleva al potencial más elevado que tenemos —como hijos e hijas de Dios. Si estás listo y dispuesto a dar el próximo paso con nosotros hacia la libertad espiritual, descubrirás (o por lo menos recordarás) algunas maneras efectivas de vencer los obstáculos más grandes en el camino. No tienes nada qué perder —excepto lo que te pueda estar impidiendo disfrutar de la libertad verdadera y duradera Libertad espiritual "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud." —Gálatas 5:1 La libertad a la que se refiere Pablo en su epístola a los Gálatas fue la libertad espiritual: la liberación profunda del alma de quienes viven según el Espíritu y no el ego humano ni los valores mundanos. Él instaba a los gálatas a que se emanciparan espiritualmente, a que despertaran completa y permanentemente a su pleno potencial. Nosotros, también, somos llamados a la libertad espiritual. Para esto es necesario que liberemos todo lo que nos impide expresar nuestro ser más elevado y llevar a cabo nuestro propósito divino. Al dejar ir el "yugo de la esclavitud", debemos apropiarnos de la mente de Cristo como fue revelada por medio de Jesús y otros grandes maestros. La Verdad os hará libres Cuando tenemos la mente de Cristo, conocemos la Verdad y la Verdad nos hace libres —libres de la esclavitud del temor, la ignorancia y de las actitudes e ideas negativas. Según Charles Fillmore, cofundador de Unity: "Nunca podremos conocer el significado completo de la libertad hasta que moremos en la conciencia crística". En otras palabras, para ser verdaderamente libre, debemos pensar, sentir y vivir como seres crísticos —eso es, como verdaderos hijos e hijas de Dios. ¿Qué nos impide disfrutar de esta clase de libertad? Emmet Fox revela la razón de esto en la siguiente historia memorable de su folleto The Mental Equivalent (El equivalente mental) publicado por primera vez en inglés por Unity en 1943. La historia tiene lugar en la Edad Media, un hombre estuvo prisionero en un calabozo oscuro por veinte años. Durante todo ese tiempo, él no vio a nadie más que a su carcelero, quien venía a su celda una vez al día con pan y agua. Finalmente, el prisionero estaba tan enloquecido que decidió atacar al carcelero, con la esperanza de que éste lo matara en defensa propia y terminara con su vida miserable. A medida que se preparaba para el ataque, el prisionero examinó la puerta de su celda y encontró que no estaba cerrada con llave. Sorprendido, descubrió que ¡nunca había estado cerrada con llave! Entonces abrió la puerta y escapó rápidamente, pasando por el frente de algunos guardias que lo ignoraron completamente. Consiguió llegar a su casa y vivió feliz para siempre. Como lo explica Emmet Fox: "Él pudo haber hecho esto en cualquier momento durante esos largos años si hubiera sabido la verdad, pero no fue así. Era un prisionero, no de piedra y hierro, sino de creencias falsas. No estaba encerrado con llave; solamente pensó que lo estaba. Por supuesto, ésta es solamente una leyenda, pero es extremadamente instructiva". Fox continúa: "Todos estamos viviendo en algún tipo de prisión, algunos de nosotros en un tipo, otros en otro; algunos en una prisión de escasez; algunos en una de remordimiento y resentimiento; algunos en una prisión de miedos ciegos y poco inteligentes; algunos en una de enfermedad. Pero siempre la prisión está en nuestros pensamientos y no en la naturaleza de las cosas. La enseñanza de Jesucristo dice: 'No estás encerrado en una prisión de circunstancias. No estás encadenado en un calabozo. En el nombre de Dios, abre la puerta, sal y sé libre'". Tu poder de decisión De nosotros depende el reconocer que siempre hemos tenido el poder de elegir y cambiar. Aun si hemos tomado malas decisiones y nos hemos sentido dominados por los malos hábitos y las malas influencias la mayor parte de nuestra vida, podemos cambiar el rumbo ahora mismo. Podemos, con la ayuda siempre presente de Dios, eliminar las cadenas autoimpuestas —una por una, decisión por decisión. Las siguientes cuatro maneras pueden ayudarte a eliminar cualquier obstáculo para la libertad espiritual. 1. Ora y medita diariamente. Minutos de oración y meditación enfocadas cada día pueden marcar una pausa profunda en tu vida —en tu apariencia, tu salud y tu éxito. Charles Fillmore dijo: "Sin oración ni meditación espiritual no puede haber concepto de desarrollo espiritual y, por ende, no puede haber demostración de ella. La libertad espiritual solamente se obtiene por medio del desarrollo espiritual logrado en largas horas de comunión con Dios en el silencio". 2. Deja ir cualquier cosa que sabes que te impide avanzar. Pide a Dios por guía al hacer esto y para que te revele cualquier cosa que no sepas que te está retrasando. Suave pero firmemente, niega las creencias falsas y afirma la Verdad como te es revelada. Al hacer esto, edificas un "equivalente mental" para reemplazar lo que dejas ir. En otras palabras, si dejas ir una creencia en el miedo, reemplázala al afirmar tu fe. Si dejas ir una creencia en la enfermedad, reemplázala al afirmar salud. Si es una creencia en una escasez que estás eliminando, afirma prosperidad. A la larga, al persistir en esta práctica de negar y afirmar, la Verdad prevalecerá en tu vida. 3. Crea el medio ambiente que más te apoye. Cultiva relaciones personales positivas. Ve lo mejor en los demás, y ellos harán lo mismo contigo. Reemplaza el desorden en tu vida con orden, eficiencia y belleza. Crea un lugar tranquilo donde puedas ir a orar, meditar, leer o escribir cuando lo desees. Dedícalo solamente a propósitos espirituales y decóralo con objetos que tengan un significado espiritual profundo para ti, tales como cuadros de grandes maestros espirituales o fotos de la naturaleza. Si lo deseas, puedes incluir un mueble para colocar material edificante, especialmente la Biblia y otros libros sagrados, y un escritorio donde escribir tu diario o recibir la inspiración que viene a ti en el silencio. Otros objetos podrían incluir una vela, incienso, un aparato para tocar casetes o CDs y escuchar música o charlas edificantes y, por supuesto, una o dos sillas cómodas. 4. Haz lo que te gusta y ama lo que haces. Si estás inspirado por un gran propósito o una obra para tu vida, dedícate a esto y renovarás tu energía, expandirás tu mente y te sentirás más libre que nunca. Confía en Dios para que te revele tu camino único de servicio y la mejor manera de seguirlo. El regalo de la libertad En la Verdad, el regalo de la libertad espiritual siempre ha sido nuestro. Nacimos con él. Ahora, al tomar la mente de Cristo —el modelo divino para nuestra perfección— podemos reclamar nuestra verdadera libertad y nacer de nuevo. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas."—2 Corintios 5:17 Afirmación: Soy libre con la libertad del Espíritu. Vivo libre y plenamente al utilizar las cualidades divinas de sabiduría, fortaleza y poder que moran en mí.

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