UNIDOS EN EL AMOR: Diálogos en el sendero

Diálogos en el sendero Maestro El Morya ¡Buscando en los anales de los tiempos la joya que nos señale el Sendero, el que podamos recorrer ampliamente, sin límites ni tiempos, ni obstáculos! ¡He aquí que consagramos nuestra vida para llevar la Luz encendida, alumbrando nuestros ojos y llevando esa Luz hacia todos aquellos quienes la ven y desean seguirla! ¡Esa Magnífica Luz sólo puede ser advertida por aquellos puros de corazón y quienes entreguen a diario su ofrenda hacia la Divina Presencia de Dios que habita en el Santuario del Alma! ¡Ese Cristo Despierto, bendito entre el mundo, revela el Camino, la Verdad y la Vida Eterna! ¡La Vida Eterna es el derecho del Ser, de Existir a semejanza del Creador! Nuestros pasos van descubriendo esa Eternidad que mora más allá de toda forma, más allá del velo misterioso de maya y más allá de la actuación de las Leyes que rigen todos los mundos y los universos creados. En esa dirección los Senderos se abren al sincero buscador quien deberá llevar para el camino sólo el agua pura de sus intenciones y el pan de Amor sublime, más el escudo de la prudencia y la brújula de sus propios pensamientos. ¿Y hacia dónde nos llevará el Sendero? No hay señales posibles ni indicadores que guíen, pero tú, ¡Oh dulce peregrino, agudiza tus sentidos y verás encendida en cada recodo del camino la brillante lámpara de tu visión interna! La luz del sol inunda por entero a toda esta Tierra, por igual prende en su calor, así el Sendero está abierto para todos. No se puede proclamar ¡Injusticia! cuando las oportunidades, igual que la Luz Solar, están al alcance de Cada Uno. ¡No se justifique, por tanto, el disidente diciendo: “No conozco este Sendero”! La chispa de la Presencia de Dios habita en el tabernáculo de cada corazón Humano. Podrán decir los fatuos de pensamientos y volátiles de sentimientos: “Desconocemos lo que hablan”, sin embargo ¡La más sublime enseñanza está grabada a fuego en el propio corazón donde mora la eterna chispa de la única Flama! Podrán las voces del mundo aclamar las mismas voces, mientras reciben los presentes que competen al ego personal, más la silente voz del Alma ¡JAMÁS ENCADENA!, ella sólo se deja sentir en la quietud de las horas cuando el ser dirige su atención hacia Ella y permite conscientemente ese diálogo sagrado. Dirán: “Todos los requisitos los he cumplido tenazmente, pero aún no recojo los frutos; por el contrario, mi propia vida se debate en un campo de batalla. ¿Estaré errando quizás los pasos? y si es así: ¿En dónde encuentro la Verdad?” La Verdad eres ¡Tú Mismo!, tu Ser te guía y finalmente verás la casa de techumbre azulada edificada por la propia aspiración de tu Alma-Cristo-Conciencia despierta ¡Así como la flor inunda con su perfume y belleza al agreste paisaje, así la Verdad florece solamente en cada pétalo de la Conciencia Superior! Aún en medio de la noche más densa y la tormenta más acérrima, el caminante no extravía su camino. Aquellos melindrosos de carácter no conocen ¡EL FUEGO VERDADERO DE LA CORRECTA Y ÚNICA ASPIRACIÓN! y al menor obstáculo huyen despavoridos clamando por sus vidas. ¡Elevemos nuestra Luz Única y alumbraremos al mundo entero! ¡La Tierra clama por el Amor, la Justicia y las mismas oportunidades! ¡El Llamado está hecho, muchos acudirán, otros sólo husmearán con la curiosidad por delante, pero aquellos que sostengan Victoriosos sus pasos en el Sendero son los que proclamarán la voz Única del Único y Real Verbo! ¡CON AQUELLOS ME SENTARÉ A MI MESA LLEGADO EL DÍA CUANDO SE CUENTEN DE NUEVO LAS ESTRELLAS Y EL ARCOÍRIS DESCIENDA SU LINAJE EN CADA UNO DE LOS HIJOS DE LA VIDA! ¡ES MI PROMESA! Maestro El Morya