YO SOY Uno en la Unidad.


YO SOY Uno en la Unidad
En el corazón de Dios
Dios YO SOY
Porque YO SOY Dios
Porque todo lo que Dios creo lo creo de su propia sustancia
Por lo tanto todo es Dios
YO SOY parte de ese todo
YO SOY Dios
YO SOY Uno
YO SOY la unidad
YO SOY la esfera de la unidad que abarca el cosmos
Renuncio a toda imagen de un Dios externo
Renuncio a toda imagen de un Dios en el Cielo
Renuncio a toda imagen de un Dios en un mensajero
y solo acepto la única verdad de que Dios está en mi

porque YO SOY Dios en su mas pura manifestación.

Yo estoy aquí y he venido a manifestar la plenitud

de mi amor y mi Luz a la tierra.
YO SOY el Jesús el Cristo, YO SOY el Cristo Jesús

en cada uno de vosotros, ya no me veáis afuera porqu

e yo siempre he estado adentro.
Rechazad vuestra mente carnal
que es la que os quiere hacer creer en los maestros externos

y en el Dios externo.
Yo he venido pero realmente siempre estuve aquí

porque soy uno en cada corazón que vibra
y en cada corazón que se abre.
Soy uno en el corazón del cosmos
Soy uno en vuestro propio corazón



SOMOS UNO

SOMOS UNO

domingo, 20 de junio de 2010

FELIZ DIA DEL PADRE.........Una plegaria para el padre del siglo XXI

http://tiempodecosecha.files.wordpress.com/2009/06/dia-del-padre.jpg
Una plegaria para el padre del siglo XXI Carmelo Urso - entiempopresente@gmail.com En días pasados, me encargaron en la empresa para la cual laboro escribir un poema con motivo del Día del Padre. En mi país -Venezuela- la figura paterna suele estar bastante desacreditada (desconozco si acontece lo mismo en las hermanas naciones vecinas); los motivos que explican esa mala reputación exceden los límites del presente escrito, pero, evidentemente, muchos tienen asidero en la realidad. Es fácil hallar poemas que exornen y enaltezcan la figura de la madre, pero del padre, se ha escrito nada o casi nada. No es difícil explicar las causas de tal omisión: el antiguo paradigma de paternidad, donde el progenitor se mostraba como una figura hostil y distante, no sólo tiene efectos negativos para la vida afectiva y psicológica de los hijos; también repercute de manera devastadora en su vida espiritual. Herederos de una cultura donde el Uno es llamado "Padre", muchos de nosotros hemos tenido que superar gigantescos obstáculos emocionales para reestablecer nuestra comunicación con el Poder Superior, a quien percibíamos como una versión amplificada de nuestro progenitor terrenal. En todo caso, aunque sepamos (o creamos saber) que el Todo está más allá de fronteras sexuales e ingenuas idealizaciones antropomórficas, muchos de nosotros debemos aún comprender, perdonar y trascender el arquetipo del Padre que la educación y la sociedad instalaron en nuestras mentes, a fin de constituirnos en esos guías de vida que realmente se merecen nuestros hijos y ensanchar ese Reino de los Cielos que palpita en el interior de nosotros mismos. Para esos hombres que se han atrevido a ejercer la paternidad -pese a no estar preparados para tan titánica tarea- y a multiplicar el amor sobre la faz de la Tierra, les dedico la siguiente plegaria, que espero les conforte y dote de fortaleza: Amado Padre-Madre del Todo Armonioso (o como quieras llamarlo): Bendíceme Y ensancha cada día el territorio de mis afectos. Dótame de valor Y hazme trascender cualquier inútil barrera Que impida expresar a mis hijos Mis más íntimos sentimientos… Capacítame Para ser abundante proveedor de candor y ternura Incluso cuando me aneguen el tedio y el hastío, El desgano o el cansancio. Que cada pañal que cambie Me enseñe que la humildad es el sendero que debo transitar Para modelar la grandeza de mis hijos. Que cada noche de desvelo Me despierte de mis sueños egoístas Y me faculte para ponerme en el lugar del otro, especialmente Cuando el otro es la forma de vida Más frágil y sagrada del Universo. Habilítame Para entender que cada consejo que brinde Carece de substancia y Verdad Si no se nutre de Tu propio Verbo y Deseo. Hazme entender Que la mejor forma de aprender algo Es enseñándoselo a otro. Hazme elocuente Para que cada oportuna reprimenda Sea mi más grande muestra de amor, Aunque la atavíe con palabras duras y gestos adustos. En fin, Dota a mis cuidados, desvelos, consejos y regaños De Tu perfecta armonía De Tu atinado y feliz discernimiento De modo que se constituyan para mis hijos En preciados tesoros, amorosos legados Que iluminen los senderos de sus vidas Incluso, cuando ya yo no esté… Amén.
Estoy en manos de Dios. Siento fortaleza y coraje interno Confió en mi guía interior Mi corazón está repleto de fuerza y confianza

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