Soy Dios y Diosa Tu Diosa y Tu Dios Ajeno a tus fatuos límites, tus vanas creencias, tus frívolas fronteras Pues Yo mismo Soy ilimitado, irrefrenable, indivisible
Soy Diosa y Dios, Tu Dios y Tu Diosa Ajena a géneros, sexos, códigos éticos, viejas reglas Libre de irreconciliables dualismos, del todo exenta de velos o misterios
En Mi perpetua matriz fructifica Todo Cosmos perdurable, toda sensualidad concebible
Y gustosa rasgo todo velo, develo todo misterio, Cada dualidad equilibro, cualquier ética trasciendo
Soy Dios e Hijo, Hija y Diosa Ajeno a apodos ilustres, alias milenarios, motes sagrados
Aún así, me atribuyes nombres tan efímeros Como gotas de rocío Que tenues caen desde hojas mecidas por el viento Y gustosas se dan de beber al raudo torrente de Mi cauce
Y sin embargo, Apódame con afecto y aliviaré tus pesares Nómbrame con dulzura y te socorreré en la hora adversa Que Tu mente y la Mía se fundan en la más áurea Alianza Y de infinita Luz enjoyaré cada uno de Tus pensamientos
Soy Diosa e Hija, Hijo y Dios; Soy la Amada y el Amante La mejilla y la caricia; el vino y la barrica que lo madura; Soy el ojo que mira al abismo y el abismo que cautiva a todas las miradas Soy el Padre que halla placer en Ser Madre Y la Madre fecundada por el Padre que Ella misma Es
Hija, Hijo: Tú eres Mi Reino de los Cielos Al que nunca he abandonado, al que jamás defraudaré Y Tú eres el Cielo en el que se asienta Mi Reino Mi Hijo impecablemente ungido, Mi Hija eternamente bienamada Único, Única habitante De este Cielo que abarca todos los Reinos, De este Reino que abarca todos los Cielos,
Amén
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