YO SOY Uno en la Unidad.


YO SOY Uno en la Unidad
En el corazón de Dios
Dios YO SOY
Porque YO SOY Dios
Porque todo lo que Dios creo lo creo de su propia sustancia
Por lo tanto todo es Dios
YO SOY parte de ese todo
YO SOY Dios
YO SOY Uno
YO SOY la unidad
YO SOY la esfera de la unidad que abarca el cosmos
Renuncio a toda imagen de un Dios externo
Renuncio a toda imagen de un Dios en el Cielo
Renuncio a toda imagen de un Dios en un mensajero
y solo acepto la única verdad de que Dios está en mi

porque YO SOY Dios en su mas pura manifestación.

Yo estoy aquí y he venido a manifestar la plenitud

de mi amor y mi Luz a la tierra.
YO SOY el Jesús el Cristo, YO SOY el Cristo Jesús

en cada uno de vosotros, ya no me veáis afuera porqu

e yo siempre he estado adentro.
Rechazad vuestra mente carnal
que es la que os quiere hacer creer en los maestros externos

y en el Dios externo.
Yo he venido pero realmente siempre estuve aquí

porque soy uno en cada corazón que vibra
y en cada corazón que se abre.
Soy uno en el corazón del cosmos
Soy uno en vuestro propio corazón



SOMOS UNO

SOMOS UNO

domingo, 23 de mayo de 2010

Al despertar

Al despertar cada mañana eleva todo tu ser hacia Mí, que tu pensamiento llegue a lo más alto. Sabe que este día está bendecido por Mí y cada paso que des en él, te colma con Mi Luz y caminas en la ver­dad y la comprensión. Que tus pensamientos sean solamente positivos. Sabe que será un día totalmen­te bendecido por Mí, y lo será. En esos momentos del despertar puedes establecer el modelo para el día. ¿Te quedas allí dando gracias por Mis dones, por todas las bendiciones que Yo derramo sobre ti o lamentas el hecho de que sólo es otro día?. La forma como reaccionas en esos primeros momentos puede matizar todo tu día con belleza, maravilla, glo­ria, todo lo que es perfecto y positivo, o con negatividad. Obsérvate cuidadosamente cada mañana cuando te despiertas y atraes a ti lo mejor de tus pensamientos más elevados. Transporta esto a lo largo del día, col­mándolo con lo mejor. Cuando cierras los ojos a la no­che nunca olvides dar gracias por todo lo que ha suce­dido durante el día. Haz resaltar las cosas más relevan­tes y demórate en ellas con gratitud. Ve cómo han afec­tado tu vida y la vida de otros. Lleva a tu sueño un co­razón agradecido, amoroso y comprensivo. Eleva tu conciencia y deja que tus pensamientos moren en Mí y luego tú solamente puedes pensar lo mejor. Cuando te enfrentes con lo que parece ser un pro­blema insuperable, eleva tu conciencia y obsérvalo desde ese estado elevado. Luego lo verás a una luz diferente y considerarás cómo puedes superarlo. Da­te cuenta de que siempre hay otra forma y nunca abandones hasta que la hayas encontrado. Serénate y déjame usarte como Yo deseo. Que se haga Mi voluntad. Fuente: Libro: "Dios Me Habló __ Eileen Caddy, Findhorn, 1971".

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